martes, 28 de febrero de 2012

Primavera anticipada

Primero de todo, tengo el honor de inaugurar este blog, espacio para la reflexión, tanto de sus blogueros como de las personas que dediquen una parte de su tiempo a leerlo, pues al fin y al cabo éste es nuestro objetivo. Debo dejar claro que todo lo que se escriba aquí es nuestra opinión, pero intentaremos ser lo más veraces que podamos, no queremos mentir ni persuadir con malas tretas, tan solo hacer meditar y que cada persona decida. También señalar que cuenta con la colaboración de más de una persona, es fruto de la cooperación y de las ganas de aportar diferentes visiones, aunque todas ellas con el mismo espíritu crítico hacia la actualidad como nexo.
Segundo, el nombre del blog como lectores perspicaces que sois, os habréis dado cuenta de que tiene un doble sentido que se relaciona estrechamente con los sucesos que comentaré y que dan paso a la primera entrada. Pues estos días hay un tema que surge sin cesar y me ha parecido el más oportuno para comenzar esta página, y es que se han oído los gritos de que los libros son más fuertes que las porras, y ciertamente lo son. La llamada #primaveravalenciana ha sido un cúmulo de quejas, reivindicaciones y malestar que se han transformado en un movimiento pacífico, repito pacífico, que ha recorrido las calles de Valencia y se ha extendido a muchas ciudades que se han solidarizado con la causa valenciana. Porque a estas alturas ya deberían saber que el efecto es totalmente inverso al de la disuasión, y ante la agresión la gente ha optado por la manifestación.
Aunque toda la revuelta se inició por los sucesos del IES Luis Vives, no podemos ignorar las causas de fondo, no es tan solo que no hubiera calefacción en centros públicos, incluso no son solo las cargas policiales que conmueven a todo aquel que tenga corazón (que visto y oído lo que algunos medios han osado afirmar queda claro que no todo el mundo lo tiene). No, fue eso y mucho más, fue el conjunto de problemas que la Comunidad Valenciana ha escondido tras una nube de humo de pólvora y mascletás. Infraestructuras interesadas como el aeropuerto de Castellón, la fórmula 1, y la lista continúa... la corrupción, la ineficaz administración en general, han permitido que seamos el territorio con más paro, con más deuda y con unos recortes ya iniciados que acechan el bienestar de su población. Son tantos y tantos motivos para describir que no ahondaré profundamente en cada uno de ellos, al menos en esta entrada. Es por esto que haya tocado tantas fibras el hecho deque cuando gana un equipo de fútbol se ocupen calles sin penalización, pero si se trata de manifestarse, de expresar descontento ante la injusticia, de defender unos derechos parece que olvidados, solo entonces la policía debe actuar. Y no olvidemos que son unos mandados, cosa que a mi parecer tampoco les justifica, pero… ¿Mandados por quién? Pues por políticos, que son al fin y al cabo los que se supone que deciden, ¿O no?
Y a pesar de que la cúpula siga impune, preocupada tan solo por la imagen que podamos dar en el exterior, la población ha demostrado saliendo a la calle masivamente que no es ajena a lo que suceda a su alrededor, que siempre hay esperanza para seguir luchando y no hay “ppuño”que pare nuestras letras, nuestra educación, nuestras ganas de cambiar las cosas a mejor, porque los jóvenes son el futuro y porque “Estas son nuestras armas”.